Qué fue de Andy Rubin, el padre de Android

Andy Rubin es el motivo por el cual Android se pasión Android y el logotipo del autómata verde se pasión Andy (o bugdroid, según a quién preguntes). Conocido principalmente por su papel de padre de Android, el fracaso de Essential y las alegaciones de acoso sexual en su época de Google han empañado un poco su carrera. ¿Qué fue de Andy Rubin?

Andy Rubin ha pasado por Apple, Carl Zeiss, ha creado y vendido varias startups a Microsoft, creó y lideró Android durante abriles, más tarde fundaría Essential, lanzaría el Essential Phone y desde entonces escasamente hemos pabellón de cuchichear de él.

Quién es Andy Rubin

Andy Rubin tuvo una larga trayectoria antiguamente de crear Android. Trabajó en Apple de 1989 a 1992 y de ahí pasó a Genérico Magic, una spin-off de Apple que pretendía crear un sistema operante para móviles. El tesina fracasó y de ahí saltó a WebTV que fue comprada por Microsoft y acabó siendo MSN TV.

La carrera emprendedora de Andy continuó con la cofundación de Danger (detrás de smartphones pioneros como los Sidekick de T-Mobile), que incluso era adquirida por Microsoft y, tras difundir la serie de dispositivos Microsoft Kin que no duró ni dos meses, se integraba en el interior del equipo de Windows Phone, que ya sabemos cómo acabó unos abriles más tarde.

Andy Rubin abandonó Danger para fundar Android Inc en 2003 cercano a Rich Miner, Nick Sears, and Chris White. Android recibía su nombre precisamente de Andy, apodado “Android” desde su época en Apple por su inclinación a los robots

Android, yo soy tu padre

En su fundación en 2003, Android se presentaba era un sistema operativo para cámaras digitales, aunque un año más tarde el mercado de las mismas comenzaba a inclinarse, por lo que Andy decidió reciclar la idea: en vez de ser para cámaras, sería un sistema operante para teléfonos móviles.

Por aquel entonces las grandes operadoras móviles controlaban la industria con un puño de hoja y una filosofía cerrada, pero Andy Rubin planteaba exacto lo opuesto: un sistema de código rajado que cualquier pudiera modificar sin coste alguno. Muchos le tomaron por demente, inversores incluídos. Es más, si no fuera por un préstamo de 10.000 dólares en el último momento, probablemente la historia de Android habría terminado ahí.

A Andy le encantan los robots y de ahí nació el logo de Android. Por suerte, el logo auténtico (a la izquierda) fue reemplazado por el autómata verde que todos conocemos, a la derecha

Como ya sabemos, Android siguió delante y llamó la atención de Google, que compró la compañía en 2005, pasando Andy Rubin a liderar el equipo de móvil hasta 2013, cuando según a quién creas abandonó el puesto de mutuo acuerdo o tras ser invitado a hacerlo por parte de Larry Page. Sundar Pichai ocupaba su sitio y, como ya sabemos, mal no le fue pues terminó convirtiéndose en el CEO de Google unos abriles más tarde.

Andy continuó en Google a cargo de la nueva división de robótica de Google, pero solo durante un año. Las ambiciones de Google en robótica requerían de décadas de investigación, y él no podía esperar tanto. Andy Rubin abandonó Google en 2014.

Envés “esencial” a Android

El próximo tesina de Andy Rubin llegaba al año sucesivo con Playground Global, una compañía centrada en IA con cualidades de incubadora y consultoría que proporciona financiación, asesoramiento y un área de ingeniería a startups de hardware. Precisamente, una de las startups que recibirían fondos de Playground sería Essential, fundada incluso por Rubin a finales de 2015.

Dos abriles más tarde, Essential tenía perspicaz su primer y único producto: el Essential Phone. El móvil suponía el retorno de Andy Rubin a los móviles Android cuatro abriles más tarde y era el precursor del notch en forma de migaja que tan popular se volvió en los abriles venideros. El Essential Phone destacaba por sus materiales, los bordes reducidos y su modularidad, aunque esta última finalmente acabó siendo más hype que otra cosa, pues escasamente llegaron a lanzarse un par de accesorios.

El Essential Phone no cumplió las expectativas y dejó de fabricarse un año más tarde, aunque la compañía afirmó entonces estar trabajando en un nuevo terminal. Dicho terminal nunca se materializó y en 2020 cerraba la compañía: el tesina de móviles alargados bajo el nombre Project GEM nunca llegaría a materializarse. Los restos de Essential mutaron a la startup Osom que a su vez terminó metamorfoseando en el Solana Sage, atrevido hace unos días como un móvil con funciones cripto.

Todo esto, con drama de por medio. Andy Rubin abandonaba momentaneamente Essential a finales de 2017 luego de que salieran a la luz informes de alegaciones de acoso sexual a una subordinada durante su etapa en Google, que habría propiciado su salida de la compañía y que Google habría escondido bajo la alfombra con un pago de 90 millones de dólares. Estas mismas alegaciones supondrían la salida de Andy Rubin del consejo Playground Completo, ya en 2019.

En qué anda Andy ahora

Comprensiblemente, Andy Rubin ha mantenido un perfil poco más bajo luego del fracaso comercial de Essential y de las alegaciones de acoso, pero una mente tan inquieta como la suya no puede mantenerse mucho tiempo parado. Según las últimas informativo, su nueva aventura se centra en la vigilancia, materializada en la compañía Simple Things, fundada hace ya dos abriles.

La última startup de Andy Rubin recibe el nombre de Simple Things y se centra en la vigilancia

De Simple Things todavía no sabemos más allá de lo que aparece en los registros públicos de la compañía, pero formada por antiguos trabajadores de Essential y OSOM, se centraría en servicios de vigilancia para hogares. Conociendo a Andy, raro será que no formen parte de la mezcla todo tipo de productos como cámaras, sensores y hardware variado.

Por ahora, Andy Rubin y Simple Things se mantienen bajo el radar y probablemente siga siendo así hasta que su nuevo producto o servicio comience a tomar forma. Andy Rubin hace hoy en día lo que Andy Rubin hace, trabajar en ideas futurísticas, esparcirse con robots y gadgets y crear startups que a veces terminan en el anciano sistema operante del mercado, y a veces acaban en fracaso. Veremos la sucesivo.

Foto | Yoichiro Akiyama, Flickr