Novecientas noventa y nueve veces de cada mil, la empeoran

George R.R. Martin ha sido uno de los más firmes defensores de que las adaptaciones cinematográficas y televisivas de libros y otras obras escritas sean lo más fieles posible, ya que el conocido autor ha arremetido anteriormente contra los ejecutivos de Hollywood que sienten la requisito de cambiar instrumentos y argumentos para adaptarlos a su propio esquema. Martin ha vuelto a la carga y sigue haciendo campaña a cortesía de las adaptaciones honorables.

En la última entrada de su blog, Martin afirma que “Mires donde mires, hay más guionistas y productores deseosos de coger grandes historias y “hacerlas suyas”. No parece importar si el material fuente fue escrito por Stan Lee, Charles Dickens, Ian Fleming, Roald Dahl, Ursula K. Le Guin, J.R.R. Tolkien, Mark Twain, Raymond Chandler, Jane Austen o… bueno, cualquiera. No importa lo importante que sea un escritor, no importa lo grande que sea el ejemplar, siempre parece ocurrir determinado a mano que piensa que puede hacerlo mejor, ansioso por coger la historia y “mejorarla”. “El ejemplar es el ejemplar, la película es la película”, te dirán, como si estuvieran diciendo poco profundo. Luego hacen suya la historia.

“Pero nunca la mejoran. Novecientas noventa y nueve veces de cada mil, la empeoran”.

A continuación, Martin señala Shogun de FX como ejemplo de acoplamiento honorable y perfectamente hecha, y dice: “La nueva Shogun es magnífica. ¿Mejor que la lectura de Chamberlain, te preguntarás? Hmmm, no lo sé. No he manido la miniserie de 1980 desde, bueno, 1980. Aquella todavía era estupenda. Lo fascinante es que, aunque las versiones antigua y nueva tienen algunas diferencias significativas (la anciano son los subtítulos que hacen que el diálogo en japonés sea inteligible para los espectadores de palabra inglesa), ambas son fieles a la novelística de Clavell a su forma. Creo que el autor habría estado satisfecho. Tanto los guionistas antiguos como los nuevos hicieron honor al material llamativo y nos ofrecieron adaptaciones estupendas, resistiendo el impulso de ‘hacerlo suyo'”.

¿Estás de acuerdo con la postura de Martin sobre las adaptaciones?