A lo liberal de los abriles, la abuso The Legend of Zelda nos ha sorprendido de muchas formas. No solo es su historia, sino igualmente su jugabilidad la que logra chillar nuestra atención, hasta el punto de mantenernos pegados a la pantalla a la dilación de una nueva entrega. Actualmente, ese caso se produce con la secuela de Breath of the Wild, obra que llevamos esperando desde el mismo día que se confirmó su existencia para dar fin a la conferencia de Nintendo en el E3.
Sin retención, uno de los puntos que posiblemente más destaquen interiormente de estas obras sean sus enemigos. Son variados, pueden calar a ser letales y cada uno cuenta con unas habilidades únicas que nos ponen a prueba de un modo u otro. En cada deporte podemos tener a un claro predilecto y Shigeru Miyamoto no iba a ser menos.
Entre todos los enemigos presentes, para Miyamoto hay uno que destaca en peculiar
En su día, con intención de poder conocer un poco más al creador, se le preguntó cuál es su enemigo predilecto de Ocarina of Time. Son muchas las opciones, e incluso los jefes finales que se presentan en la obra. Sin retención, Miyamoto tiene claro que uno de sus enemigos favoritos se presenta casi al principio del deporte.
El enemigo más impredecible se ganó el corazón de Miyamoto
Si adecuadamente en todo el deporte existen enemigos más que inolvidables, e incluso formas de Ganondorf que llegaron a ponernos a prueba de muchas formas, para Miyamoto este no era el más interesante. Su predilecto era el Matorral Deku, una curiosa alternativa dados todos los enemigos que se presentan. Pero, ¿por qué esta alternativa?
Para Miyamoto este personaje destaca sobre el resto correcto a lo impredecibles que son. Hasta que te encuentras con ellos y te enfrentas, no sabes si son un enemigo o efectivamente cierto a quien le podrás comprar algún objeto. Por ello, llegó a querer incluir muchos más de estos en el deporte. Lamentablemente, no fue posible y su aparición era muy puntual.