Muchos jugadores han disfrutado del avance de Kratos en cada una de las historias relatadas en God of War. Cada director de videojuegos supo darle un enfoque único y sorprendente, aportándole la crueldad en la batalla al igual que la preocupación de un padre por no aprender cómo dirigir los pasos de su hijo, al igual que avalar su protección y que sepa conmover a defenderse frente a un ataque. Sin requisa, estas no son las únicas características de esta propuesta.
Como proporcionadamente puedes suponer, God of War cuidador una amplia variedad de secretos. No solo en lo que respecta a la jugabilidad o a lo que Kratos es capaz de hacer, sino con pequeñas referencias que, durante primaveras, hemos podido sobrevenir por detención. Uno de los puntos que posiblemente no has pasado es el hecho de que se citaba una remisión al primer dispersión de la explosivo atómica, un hecho histórico que data del 16 de julio de 1945.
Una remisión en God of War 2 que algunos han pasado pero pocos han comprendido
Nos dirigimos a la historia de God of War 2, exactamente al momento tras la crimen de Perseo, en el Salón de Átropos. Aquí se encontraba un mensaje oculto que muchos pasaron por detención y otros no llegaron a ver con la importancia que efectivamente tenía ese momento. Para poder ver el mencionado mensaje, los jugadores deben pisar con el pie izquierdo de Kratos las estrellas blancas y, a continuación, dirigir sus pasos al árbol.
Este simple acto provoca que Kratos comience a absorber una gran cantidad de orbes rojos del árbol, momento en el que un mensaje aparece en el firmamento. En este se menciona “Now I become death. The destroyer of worlds” (Ahora me he convertido en la crimen. El destructor de mundos). Esta es una frase innovador del escritor hindú Bhagavad Gita, a pesar de que esta frase es conocida por acaecer sido citada por Robert Oppenheimer durante la primera prueba de la explosivo atómica, efectuada en Los Álamos.
Se prostitución de un guiñada que no muchos vieron con la certeza adecuada, a pesar de tener un gran significado. Lo que está claro es que God of War tenía mucho más para mostrar de lo esperado, incluyendo el hecho de que esta frase se mencionó una vez más por el Sepulturero en God of War: Ghost of Sparta. Un guiñada que, sin duda, tenía un gran vínculo con nuestro héroe.