En defensa de los móviles gigantes

Cuando analicé el Samsung Galaxy S21 Ultra y no me pareció tan holgado, supe que tenía que buscarle una explicación a dicha sensación. Buena parte de los móviles ya superan los 16 centímetros de detención y pesan 200 gramos. Resulta extraño, tal y como indicaba mi compañero Javier Lacort en defensa de los móviles pequeños, como los principios de la telefonía quedaron marcados por teléfonos enormes, a posteriori el foco caldo en hacerlos cada vez más pequeños, para arruinar en un 2020 y 2021 en el que los móviles son, prácticamente, lo que entendíamos como tablets hasta hace no mucho.

Más allá del debate de si preferimos personalmente un móvil holgado o pequeño, voy a tratar de dar el punto de horizonte de algún que prefería un móvil pequeño pero que ha consumido conquistado por los grandes, ya que crecer en tamaño viene de la mano de bondades congruo golosas.

Hace unos abriles hablábamos de ‘phablets’ y ahora usamos móviles de siete pulgadas

Aún memoria con nostalgia las primeras veces que escuchábamos el término ‘phablet’, empleado para pantallas de más de 5,5 pulgadas. Siendo justos, esas 5,5 pulgadas en el clásico formato 16:9 de hace unos abriles no son las 5,5 en formatos reaccionario panorámicos. Por ejemplo, un Xiaomi Mi A1, con panel de 5,5 pulgadas, tenía un detención de 15,5 centímetros, cerca de los 16 del habitual contemporáneo. Esta diagonal de pantalla es similar en el iPhone 12 mini (5,4 pulgadas), uno de los móviles más pequeños del mercado, que escasamente supera los 13 centímetros.

Actualmente hemos aumentado poco estos tamaños de 15 centímetros hasta los 16, pero rozamos las siete pulgadas. Uno de los principales motivos de este crecimiento es lo sencillo que resulta introducir más componentes si tenemos longevo espacio. El número de cámaras aumenta, las baterías aumentan, queremos pantallas más grandes… Cuanta más superficie tenemos, más tecnología cerca de. ¿Qué hemos reses por el camino?

Lo que ganas con un móvil holgado

En primer oportunidad, la grupo. Los móviles han crecido, pero gracias a esto todavía es común ver baterías de 5.000mAh o incluso más. Esto no se traduce en que los móviles duren más (antiguamente había menos grupo pero menos hardware gastando energía, pero sí en que pueden hacer más cosas con el mismo compra.

Un S21 Intolerante puede tener un panel 2K que refresca a 120Hz y durar el día sereno, un iPhone 12 Pro Max puede esculpir contenidos en Dolby Vision HDR sin drenarse. Podemos hacer más cosas, tener más y mejor hardware y montar al final del día, gracias a este tipo de tamaños.

En segundo oportunidad, el sonido, uno de los grandes olvidados. El cuerpo de un terminal es su principal caja de resonancia. Si el equipo de altavoces es bueno y está aceptablemente calibrado, un teléfono mucho más holgado sonará notablemente mejor. Un buen ejemplo son, de nuevo, los iPhone, con un sonido incluso bajo en el caso del maniquí 12 mini y superlativo en el maniquí Max.

La disipación del calor es otro de los olvidados. De nuevo, no hay una correlación entre que un móvil holgado se caliente menos que uno pequeño, pero es congruo más tratable reconducir el calor del procesador y hacer que el sistema de refrigeración sea más efectivo.

Por postrer, el motivo más evidente, es la reproducción de multimedia y gaming. Sí, hasta hace unos abriles veíamos incluso películas en móviles o iPods de escasamente tres pulgadas, pero disfrutar de una película en la cama, con un panel 2K de casi siete pulgadas (sumado a lo comentado de los altavoces), es una regocijo. A tal punto llega esto postrer que, en lo personal, a veces prefiero ver películas en la cama con cualquier móvil holgado que verlas en mi televisor 4K. ¿Estoy solo aquí?

Lo mismo sucede con los juegos. Estamos en una época dorada del videojuego móvil, con juegos como PUBG Mobile con texturas Intolerante HD en escala ingreso y propuestas como Genshin Impact, que son textualmente un port de un pasatiempo de PC a un móvil. Arriesgar en una pantalla pequeña es incómodo y puede hacerte perder más de una partida.

Sé que los móviles se han vuelto incómodos, que es casi increíble guardarlos en el saquillo, que aventajar los 200 gramos de peso no agrada a nadie y que seguimos preguntándonos cuándo van a detener de crecer, ya que estamos rozando ciertos límites. Pese a ello, los móviles grandes nos han traído puntos muy positivos a nivel de hardware.

¿En qué equipo estás tú?