Móviles
El WiFi de mi Android no descargaba a la máxima velocidad. Hasta que conecté el móvil con cable
Publicado
hace 1 mesen
Por
Iván Linares
Solemos olvidar que el móvil no sólo puede conectarse a Internet usando las redes WiFi inalámbricas, todavía admite una conexión ethernet por cable. Eso sí, hace errata un adaptador USB C a conector RJ-45: como pruebes a entretenerse en modo cableado no vuelves a hacerlo de otra modo. Y no es falta caro.
Venir a casa y dejar que el móvil se empareje con el punto de ataque para tener conexión a Internet instantánea es sumamente practicable. Ni siquiera debemos hacer falta, todo es obligatorio. El problema es: ¿aprovecha el WiFi las máximas capacidades de una tarifa de fibra? Dependiendo de la velocidad contratada lo cierto es que no: como tengas 1 Gbps o superior va a costarte descargar tan rápido.
El cable siempre será más rápido que el WiFi. Y con menos interferencias
Lo precedente es bajo condiciones normales y en relación a los límites de la tecnología, ya que las redes inalámbricas se ven afectadas por muchas más interferencias que las redes bajo cable. Esto lo sufrí cuando subí la velocidad de mi fibra a 1 Gbps: hasta que logré rozar la frontera por hacia lo alto tuve que poner en marcha muchas pruebas.
En el plano teórico, la conectividad WiFi 5, WiFi 6 y WiFi 6E dan el suficiente encantado de manada y tasa de transferencia como para utilizar todas las ventajas de una red de fibra contratada con velocidad de 1 Gbps. En la ejercicio es casi ficticio, incluso realizado pruebas de velocidad a unos medida del router. El WiFi 6E sí es más capaz de dar la talla, pero no está tan extendido.
Tras multitud de intentos, posteriormente de configurar la red WiFi 6, una vez amplié el encantado de manada del canal a 160 mHz y probando con dispositivos de última hornada compatible con las redes inalámbricas más modernas, logré velocidades de descarga que rozaron el 75 % del Gbps. Así que sólo me quedaba un paso para descubrir si me llegaba la velocidad que había contratado.
Aprovechando que tengo un dock USB C para el portátil que, por separado de puertos USB A y HDMI, todavía incluye un conector RJ-45, enchufé el Google Pixel 8 Pro que ando analizando directamente al router y por cable. Y al instante aprecié la enorme diferencia entre los dos tipos de conexión: como ya comentaba, las interferencias reducen la efectividad de la radiofrecuencia; interferencias que no afectan al cableado.
Una conexión a Internet por cable es más estable, más rápida, posee un maduro encantado de manada y sufre menos interferencias. El cable utilizado es determinante
Si correctamente los resultados son más que visibles, conectar un móvil a Internet usando un cable de red no es, precisamente, lo más cómodo. Aun así, hay ciertas situaciones en las que resulta tremendamente práctico. Y, al contar con un dock con varios puertos, puedo anclarle al móvil la conexión cableada a través del conector RJ-45, lo enchufo a la tele aprovechando el puerto HDMI, alimento el móvil con el USB C del dock y tengo la opción de añadirle un ratón y teclado por USB A al conjunto. Lo habrás imaginado: el combo valentísimo para juegos móviles.
Situaciones en las que vale la pena conectar el móvil al router por cable
A fuerza de hacer pruebas, he ido delimitando el montaje hasta dar con las situaciones que mejor aprovechan la conexión mediante ethernet. Tener un cable por el medio del comedor no vale la pena, conectar el teléfono siempre de esta modo siquiera. No obstante, se le puede sacar provecho bajo los siguientes entornos:
- Como máquina de juegos. Ya lo comentaba: el montaje es valentísimo para quien use el móvil en juegos tipo PUBG o Genshin Impact. Todavía para utilizar servicios como el de Xbox Game Pass Ultimate: maravilla, doy fe.
- Como reproductor multimedia. ¿Tienes un remoto Android por casa? Transfórmalo en un reproductor de streaming y de contenido tópico; asegurándote de que tiene la mejor conexión a Internet posible.
- Como módem móvil. No funciona en todos los móviles, pero es posible que el tuyo lo admita: como es mi caso, Android admite compartir la conexión a través del puerto ethernet. Por lo que sólo hay que conectar el móvil por cable al router y configurar allí la WAN. Es valentísimo para cubrir con WiFi la casa de las holganza, por ejemplo.
Imagen de portada | Iván Linares
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