El anime que inspiró a Miyamoto para diseñar a Bowser

A lo amplio de los primaveras, la eterna lucha entre Mario y Bowser ha tenido algún que otro parón para colaborar, poco que vimos con claridad en Paper Mario: The Origami King. A pesar de todos los cambios y retos que ha aceptado a lo amplio de estos primaveras, lo que tenemos claro es que se negociación de uno de esos personajes inolvidables que, en más de una ocasión, ha demostrado su gran pretensión, dando así área a que Mario tenga que seguirle de reino en reino para impedir que lleve a promontorio sus planes.

Por supuesto, cuando pensamos en el personaje tenemos claro su aspecto. Su pelo roja, su piel amarilla y, como no, su caparazón de pinchos que más de una vez ha sido la pesadilla de un componente. Pero en su día la idea de Miyamoto para este personaje era muy diferente. De hecho, en su mente al principio estaba la idea de que Bowser fuese un vaco, idea que le llegó por una famosa película anime.

Un diseño que no encajaba con la idea del diseñador Takashi Tezuka

La idea de que Bowser fuese un vaco venía relacionada con la película de animación de Toei “Alakazam, el alto”. Una idea que Miyamoto presentó pero que no encajaba con la idea de Tezuka, quien aseguró que el personaje se parecía más a una tortuga que a un vaco. Este proceso dio paso a que uno y otro trabajasen juntos en un intento de encontrar la apariencia definitiva para Bowser.

Si perfectamente Miyamoto tenía en mente al rival presente en la película anime, la transformación del personaje se fue completando con el diseño. En su diseño final, con una ilustración que adaptaba más a la lectura querida por Tezuka, Miyamoto admitió que esta lectura podría hacer que se viera perspicaz. Y, sin duda, con el paso de los primaveras ha sido un diseño que ha demostrado que ha calado hondo.

Aunque nunca se ha llegado a mostrar cómo habría sido Bowser con una ajuste más cercana a un vaco que a una tortuga, a día de hoy no parece encajar con la idea que todos los jugadores se han formado del insigne plebeyo. Aunque eso sí, nunca está de más pensar que, quizás, pueda ser una de esas transformaciones con las que el plebeyo nos sorprende en sus intentos por concluir con Mario.