El mundo de los videojuegos está cargado de grandes sorpresas. Hay ocasiones en las que estos secretos se descubren con el paso de los primaveras y que podrían deber cambiado juegos de forma total, como es el caso de Super Mario 64 relacionado con SEGA, o pequeñas curiosidades que, con el paso de los primaveras, pueden olvidarse. De hecho hay proyectos que, aunque llaman la atención en la ahora, en su día fueron una revolución que no llegó a interesar demasiado y que, lamentablemente, acabaron quedando para el olvido.
En este segundo caso se encuentra PlayStation, consola que en su día nos proponía una función cuanto menos particular. Esto se debía a que incluía una función del olor en sus discos para tratar de transmitir al ludópata una sensación mucho más cercana con el título al que estaba a punto de aventurar. Este sistema se presentaba bajo el nombre de “scratch and sniff”, traducido como “rasca y huele” y cuya propuesta, casi como la existencia posible, era dar a los jugadores esa sensación de estar más cerca del serie.
Gran Turismo 2
Una propuesta que, lamentablemente, no llegó a seducir la atención
La propuesta aparecía por primera vez en 1998 con el tiro de Gran Turismo 2 en PS One. Este serie llegaba dividido en dos CDs de los cuales, aquel llamado “GT Mode” tenía un olor característico. Todo aquel que frotase el disco podía distinguir ese emanación característico de la adhesivo quemada. Sin duda, una particularidad que destaca y que sorprende que haya desaparecido.
Eso sí, no fue el único serie que contaba con esta propuesta. 3 primaveras más tarde, la propuesta regresaba con FIFA 2001, momento en el que los jugadores podían nuevamente distinguir un emanación muy característico para el serie. ¿Cuál sería en esta ocasión? Todo aquel que tuviese el título podría disfrutar del olor del césped, poco que sin duda está muy relacionado con el deporte que se contempla en este serie.
FIFA 2001
Lamentablemente, pese a lo ingeniosa que puede resultar la propuesta, sobre todo para aquellos que disfrutan con el olor a vademécum nuevo o incluso a un videojuego recién comprado, nulo evitaba que no acabase de calar. De hecho, nunca más se ha vuelto a utilizar, a pesar de que resultaba ser una iniciativa, cuanto menos, curiosa. Y, sobre todo, una iniciativa que no parece encajar muy correctamente con la tendencia coetáneo donde los videojuegos apuntan en torno a el formato digital.