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21 consejos imprescindibles para hacer buenas fotos con tu móvil Android
Publicado
hace 11 mesesen
Por
Amparo Babiloni
Hace unos abriles debatíamos si las cámaras compactas acabarían extinguiéndose frente a el auge de los móviles con cámara y hoy, aunque acabamiento quizás suena un poco robusto, podemos sostener que efectivamente los móviles ganaron la batalla para el gran sabido. A día de hoy, la fotografía es uno de los puntos más competitivos para los fabricantes de móviles, que aprovechan cada nueva presentación para mostrar sus últimos avances en teleobjetivo, fotografía nocturna y mucho más.
Sin incautación, a pesar de los avances tecnológicos, todavía existen limitaciones a tener en cuenta a la hora de disparar fotos con nuestros móviles como (en muchos casos) la marcha de teleobjetivo óptico o el rendimiento con poca luz. Para poder conseguir los mejores resultados, hemos primoroso una tutela de consejos imprescindibles a la hora de hacer fotos con tu smartphone Android.
Conoce tu hardware…
El primer paso para poder sacar partido de una cámara es conocerla admisiblemente, tanto si es una réflex como, en este caso, la del móvil. Una invitado a la web del fabricante nos dará datos esencia que son importantes antaño de despuntar a disparar.
Retener la resolución está admisiblemente pero, si podemos ir más allá, detalles como el tamaño del sensor o el de los propios píxeles resultan tanto o más importantes que los megapíxeles, y lo mismo sucede con la tolerancia de la telescopio o número ‘F’ (cuanto más bajo sea, mejor) ya que cuando más luminosa sea, mejor funcionará en condiciones en las que la luz escasea.
Ahora que las cámaras múltiples se han extendido tanto, el teleobjetivo es un aspecto muy interesante. Es muy posible que tu móvil tenga telescopio angular y quizás además teleobjetivo. Explora las posibilidades de todas las gemelos y especialmente cuál es el teleobjetivo óptico mayor que te da el teleobjetivo ya que con él obtendremos mejores resultados que usando teleobjetivo digital.
El estabilizador de imagen es otro aspecto esencia a la hora de hacer fotos con poca luz y además al cincelar vídeos (para minimizar temblores). Los hay de tipo digital (EIS) y ópticos (OIS), generalmente más efectivos que los primeros. Averigua además si tu móvil tiene pimpollo disparador o permite disparar con las teclas de pandeo, ya que generalmente permite un agarre más cómodo.
Conocer las especificaciones es un buen punto de partida, pero no hay que olvidar que para conocer admisiblemente el hardware, lo mejor es probarlo. La experiencia es siempre el método más efectivo a la hora de conocer los puntos fuertes y débiles de la cámara.
…y tu software
Si conocer el hardware es un paso esencia, investigar y trastear por el software es igual de importante. El modo automotriz viene muy admisiblemente para casos en los que no nos podemos detener a configurar ningún ajuste, pero hay opciones que pueden ayudar mucho a mejorar las fotos y conocerlas es un aspecto primordial.
Internamente de la aplicación de la cámara podrás encontrar todas las opciones disponibles como por ejemplo los modos de ámbito o el modo manual, cada vez más extendido hasta en móviles sencillos. Si tenemos más tiempo de preparar la toma es interesante competir con títulos como la exposición, el ISO o el oscilación de blancos para conseguir enseres concretos. Eso sí, si la cámara permite aplicar filtros directamente mejor evitarlos y aplicarlos más tarde con un software de impresión.
Incluso es importante conocer y probar el HDR, una función que nos salvará más de una foto con grandes diferencias de contraste. Otro aspecto imprescindible es la configuración de la resolución ya que hay casos en los que puede que no estemos aprovechando el mayor que te ofrece tu sensor. Siquiera hay que olvidar los modos confusión, macro o el modo retrato, todos ellos ya imprescindibles en smartphones de todas las gamas.
Igual que en el hardware, lo mejor para conocer a fondo el software es hacer pruebas y más pruebas hasta sentirnos cómodos y sentir esas configuraciones que mejor funcionan.
Limpia la telescopio
Vale, esto es de cajón, pero a veces se nos olvida y nos solemos dar cuenta al ampliar las fotos. Teniendo en cuenta que el móvil siempre está siendo manoseado, la telescopio se ensucia fácilmente y hay que limpiarla con la misma frecuencia.
Lo mejor es usar una paño peculiar, pero lo frecuente es que no llevemos una encima. En ese caso una camiseta de algodón suave puede servirnos, siempre frotando con cuidado de no tachar la telescopio.
Usa luz natural siempre que sea posible
La fotografía es posible gracias a la luz, de ahí que esta sea el aspecto más importante y que más condicionará el resultado obtenido. Por otra parte, como ya adelantábamos al principio, uno de los puntos débiles de las cámaras en común y las de los móviles en particular, es que no se desenvuelven admisiblemente en condiciones de poca iluminación.
Teniendo esto en cuenta, lo mejor es trabajar con luz natural siempre que sea posible, incluso si no estás en el foráneo. La imagen superior fue tomada en el interior de una habitación por la mañana y la luz que entraba por la ventana era rebosante pero difusa, creando sombras muy suaves y consiguiendo un resultado muy harmónico.
No siempre será posible conseguir luz natural, pero si estás en un interior prostitución de apañarse las mismas claves: luz rebosante y preferiblemente difusa como se aprecia en la imagen sobre estas líneas.
Cuidado con los contrastes
Una iluminación dura y contrastada como la de las horas centrales del día puede ser un procedimiento interesante para crear contrastes marcados si la cámara es capaz de sustentar un oscilación relativamente moderado entre luces y sombras como vemos en la foto superior, tomada con el Sony Xperia X Compact.
Sin incautación, puede suponer un problema si estamos usando un móvil sencillo cuya cámara no es capaz de representar un rango dinámico muy amplio. Lo notaremos sobre todo cuando hay grandes contrastes entre luz y sombra, haciendo que a menudo las luces aparezcan quemadas y se pierda detalle en las sombras.
Con HDR vs sin HDR (foto tomada con el Weimei WePlus 2)
Como decíamos, el modo HDR puede ser un gran partidario para guardar la foto, pero no siempre hace milagros y hay casos en los que el resultado es excesivamente fabricado. Aquí lo mejor es lo que comentábamos: probar, probar y probar.
Y mucho ojo con los contraluces
Los contraluces además pueden ser un atún procedimiento en algunas situaciones como la que vemos sobre estas líneas. El fondo aparece hasta las narices pero la luz se degrada de forma suave y el objetivo ‘siluetas’ resulta muy atractivo. Sin incautación, hay que cuidar este tipo de escenas en las que la luz llega de frente ya que el resultado puede ser muy diferente.
Aquí un ejemplo claro de un contraluz que habría sido mejor evitar ya que ni con el modo HDR conseguimos mejorarlo. Lo dicho, los contraluces pueden ser un procedimiento interesante, pero mucho cuidado que los carga el diablo.
Evita usar el flash
El flash LED que viene integrado en la mayoría de móviles produce una luz demasiado dura que genera sombras muy marcadas y rara vez será útil, así que evita usarlo en la medida de lo posible, y si lo haces que sea porque no hay más remedio.
La imagen fue tomada durante el día en una habitación interior a la que no llegaba demasiada luz. Si ampliamos al mayor la imagen de la izquierda (sin flash) se aprecia el clásico objetivo ruido, pero es preferible antaño que disparar con flash. El resultado deje por sí solo.
En fotos nocturnas o con poca luz usa trípode (o rastreo un apoyo)
Ya hemos dicho que la errata de luz es uno de los puntos débiles de las cámaras de nuestros móviles y, aunque los modos confusión ayudan mucho, si vas a disparar de confusión o en condiciones complicadas (por ejemplo al atardecer) siempre es mejor tener un apoyo sólido.
Si no tienes trípode, prostitución de apoyarte sobre poco para fijar el dispositivo y que los temblores de la mano no estropeen la foto, que es lo que pasó en la imagen de la izquierda. Si no tienes ninguna forma de fijar la cámara sólo te queda dejarlo en Dios en tu pulso (consejo: contener la respiración suele ayudar).
La cuadrícula es tu amiga
La composición es otro aspecto esencia de una buena foto y con la cuadrícula resulta más sencillo ajustar la ámbito, por ejemplo al hacer una foto de un paisaje. Un horizonte inclinado puede estropear una foto preciosa, de ahí que tener una tutela sea importante. La mayoría de móviles cuentan con la opción cuadrícula, navega entre los menús y actívala para que las composiciones sean más estables.
La simetría como procedimiento
Si la ámbito que vamos a fotografiar se presta, las simetrías siempre dan muy buen resultado. Pero eso sí, hay que cerciorarse de que queda totalmente equilibrada ya que de lo contrario nos cargaremos el objetivo. La cimentación de la imagen superior no fue practicable de encuadrar, pero de nuevo la cuadrícula resultó muy praxis. Si no te sale perfecta a la primera, siempre puedes ajustar el enfoque desde el editor.
Aquí vemos otro ejemplo de ámbito simétrica, en este caso con líneas muy marcadas que se concentran en el punto de fuga situado al centro de la imagen, otro procedimiento muy interesante que aporta más profundidad a la ámbito.
Juega con los reflejos
Un procedimiento que está relacionado con la simetría son los reflejos. Si fotografiamos escenas con grandes masas de agua, además podemos competir con el reflexivo que se genera y que crea una ilusión de repetición muy interesante como la de estas imágenes.
Aprovecha la perspectiva
Los planos frontales están admisiblemente, pero en muchos casos resultan aburridos. Competir con la perspectiva es un procedimiento muy interesante a explorar al hacer fotos con el móvil ya que crean recorridos visuales en el interior de la propia composición y dan sensación de profundidad.
En la imagen de la izquierda se aprecia claramente como la perspectiva aporta más dinamismo a toda la ámbito, mientras que la imagen de la derecha resulta demasiado plana.
Muévete
Si analizamos todas las fotos que hacemos con el móvil, seguro que la gran mayoría las disparamos estando de pie con el móvil a la valor de los luceros. Pero si siempre disparamos las fotos desde el mismo punto de olfato será difícil conseguir resultados diferentes.
Poco tan simple como agacharnos a la valor del suelo puede hacer que una foto conveniente clásica como la de la izquierda se convierta en un plano mucho más interesante. Aunque siempre podemos ir más allá.
Sé atrevido
Cambiar la valor del punto de olfato como veiamos en el ejemplo precedente es una opción para salir de la clásica foto convencional, pero hay muchas más posibilidades. Los planos picados o contrapicados además pueden dar ese toque más ‘cool’ a una foto que de otro modo sería demasiado clásica, y si nos vamos a un plano cenital (desde en lo alto) o nadir (desde debajo) el objetivo es todavía más vistoso.
Recuerda: no hay que centrarlo todo
Hablábamos de que una composición simétrica y equilibrada puede ser un procedimiento muy interesante, pero no siempre es la mejor opción. A menudo tendemos a colocar el objeto o sujeto fotografiado en el centro de la composición, pero hay muchos casos en los que resulta más interesante desplazar ese centro.
En la serie de imágenes de en lo alto se pueden ver las diferencias entre un enfoque tradicional y conveniente soso hasta conseguir un resultado mucho más dinámico. En lado de sólo centrar el objeto, al apañarse un enfoque diferente se da además protagonismo a las líneas rectas de la mesa y esa diagonal tan marcada que crea la sombra.
Aquí otro ejemplo en el que el motivo fotografiado está desplazado del centro de la imagen y, a pesar de ello, se consigue un objetivo muy interesante. La masa oscura, casi negra de la derecha además tiene mucho peso y equilibra la composición.
Igual que los silencios en la música, en fotografía, el espacio hueco además forma parte de la composición. Así que olvidémonos de tener que satisfacer siempre el enfoque o colocarlo todo en el centro.
Macrofotografía: el poder de los detalles
La macrofotografía es toda una categoría fotográfica en sí misma. Consiste en vislumbrar objetos o detalles muy pequeños y ampliar su escalera, creando un objetivo muy vistoso y que, si nos acercamos mucho, puede resultar casi conceptual.
No todos los móviles nos permiten acercarnos tanto, pero cada vez son más los que incluyen una telescopio específica para este tipo de imágenes. La foto superior, tomada con un Samsung Galaxy S7, tiene como protagonista la repetición a modo de fractal de las hojas de una planta.
Una de las características de la macrofotografía es el desenfoque que se crea entre la figura y el fondo. Este objetivo, además conocido como bokeh, destaca el objeto en primer plano y aporta un toque más dramático a toda la imagen.
Paciencia vs espontaneidad
Son dos de las claves más básicas para el fotógrafo y hay que retener cuándo usar cada una de ellas. Por un flanco tenemos la paciencia, necesaria para conseguir imágenes como la de la izquierda, en la que tuve que esperar y probar un buen rato hasta conseguir capturar el momento en el que una ola rompía.
Sin incautación, hay momentos en los que, como en la imagen de la derecha, no tenemos tiempo de prepararnos y sólo podemos disparar. Si la hubiera preparado, quizás el enfoque estaría más justiciero y no saldría la camiseta en el fondo, pero entonces habría perdido el instante del bostezo del sagaz.
Nunca hagas teleobjetivo (si no es óptico)
Como decíamos al principio, las cámaras múltiples han traído zooms muy versátiles, pero muchas veces no tenemos claro cuál es el teleobjetivo óptico (el existente que consigue la telescopio, sin ampliar por software). Evita siempre el teleobjetivo digital y quédate con el óptico que ofrezca tu móvil ya que de lo contrario sólo conseguiremos perder calidad.
En el caso de que el dispositivo tenga una resolución conveniente amplia (ahora hay cámaras de hasta 108 megapíxeles), lo mejor es disparar la foto frecuente y posteriormente recortar un detalle con alguna app de impresión.
Los selfies además pueden ser creativos
Cuando nos hacemos selfies lo tenemos un poco más complicado a la hora de encuadrar ya que sólo podemos salir hasta donde nos deje nuestro apoyo, pero siempre hay opciones de competir con el ángulo desde el que disparamos.
Nominar un fondo más o menos homogéneo y hacer un cara diferente pueden ser otra posibilidad para que un selfie no parezca el peculiar selfie. Y recuerda, siempre puedes editarlo posteriormente de disparar, lo que nos lleva al subsiguiente punto.
Editores de fotos, esos grandes aliados
Hemos hablado de conseguir composiciones equilibradas, pero hay veces que, por prisas o porque no nos fijamos demasiado, la imagen sale torcida como vemos en la foto de la izquierda, pero no es falta que no podamos arreglar con una app de impresión.
La proposición de apps para editar fotos es enorme y, por otra parte de retocar el color o la exposición, además nos permiten ajustar el enfoque hasta conseguir una composición más equilibrada y estable.
Los filtros además son un procedimiento muy usado a la hora de editar fotos, pero aquí hay que tener mucho cuidado ya que pueden zanjar estropeando la imagen o crean enseres demasiado forzados. Lo mejor es editar la imagen de forma manual para nominar los títulos nosotros mismos y que no salgan áreas quemadas o demasiado saturadas.
Si quieres retener más sobre apps para retocar tus fotos, no te pierdas nuestro examen de los mejores editores de fotos para Android.
Haz muchas fotos
Rara vez conseguiremos la foto perfecta a la primera, así que lo mejor es armarse de paciencia y explorar distintas opciones. A posteriori podemos entretenernos en repasar todas las tomas hasta encontrar la que mejor ha nacido.
Dicen que Roma no se construyó en un día y, para hacer una buena foto, aunque no necesitaremos días, sí es importante disparar y disparar hasta conseguir el resultado deseado.
Estos son nuestros consejos para el fotógrafo con Android, pero seguro que vosotros podéis aportar muchos más. ¿Qué trucos usáis a la hora de hacer buenas fotos?